Comer Para Ti y Tu Intestino
La expresión "eres lo que comes" refleja una verdad importante: una buena nutrición es importante para la salud. Proyectos de investigación en la última década añaden que no solo eres tú, sino "tú y los trillones de microorganismos que viven en tu intestino", que son clave en las conexiones entre los alimentos y la salud. Este grupo masivo de microorganismos en el intestino, la mayoría de los cuales son bacterias, es conocido comúnmente como la microbiota intestinal. La microbiota intestinal participa en diversas funciones en el cuerpo humano, desde los intestinos hasta el cerebro, y se ha asociado con muchas enfermedades como enfermedades cardíacas, obesidad y cáncer.
Muchas de las enfermedades asociadas con la microbiota intestinal también están vinculadas a una mala dieta. Esto significa que estas comunidades microbianas posiblemente ejercen un rol en la relación entre la dieta y la salud. Enfermedades relacionadas con la dieta, como enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes, son muy comunes en los Estados Unidos. La mayoría de los adultos estadounidenses sufren al menos una de estas enfermedades. Además, las principales causas de muerte se derivan de una mala dieta. Por lo tanto, existe un gran interés en comprender cómo utilizar la dieta para cambiar la microbiota intestinal y tratar de prevenir enfermedades crónicas.
Los hábitos alimentarios a largo plazo están relacionados con la estructura general de la microbiota intestinal. Sin embargo, los cambios a corto plazo también pueden alterar tu microbiota intestinal. Por ejemplo, si de repente comienzas a consumir solo productos animales o vegetales, puedes provocar cambios en la microbiota dentro de 24 horas. Estos cambios en la microbiota se deben a la interacción de las bacterias intestinales con los nutrientes que se encuentran en las comidas que ingerimos. Algunas bacterias intestinales se especializan en descomponer la fibra dietética, un nutriente que los seres humanos no pueden digerir. Cuando estas bacterias intestinales descomponen la fibra dietética, producen moléculas llamadas ácidos grasos de cadena corta o SCFA, por sus siglas en inglés. Los SCFA proporcionan energía a nuestras células intestinales y actúan como señales para otros órganos importantes. Este es un ejemplo de cómo la microbiota intestinal regula los efectos de la dieta en la salud.
Si bien es valioso comprender el efecto de nutrientes individuales en la microbiota intestinal, también es importante darse cuenta de que varios nutrientes se combinan en alimentos que juntos forman un plato de comida. Los nutrientes no se consumen de manera aislada. Es como escuchar música: los acordes de la guitarra y el ritmo de la batería contribuyen al producto final, pero son los muchos instrumentos que se tocan juntos los que crean una canción. Por lo tanto, investigar los efectos de los alimentos que elegimos a diario es importante. De hecho, las Pautas Alimentarias para Estadounidenses (DGA, por sus siglas in inglés) son recomendaciones basadas en la ciencia para promover y mantener la salud, y se centran en la calidad de los alimentos en lugar de los nutrientes individuales. Estudiar selecciones alimenticias también facilita la traducción de recomendaciones nutricionales. Este tipo de investigación se vuelve cada vez más importante a medida que los científicos continúan a entender las interacciones entre lo que comemos y nuestra microbiota intestinal.
Diseñamos un estudio para investigar cómo difiere la microbiota intestinal de adultos según cuán bien siguen las DGA. Seleccionamos a 432 adultos saludables del Proyecto American Gut. Adultos saludables se definieron como aquellos que no tenían antecedentes de enfermedades autoinmunes o hepáticas, enfermedad intestinal inflamatoria, o diabetes. Tampoco habían utilizado antibióticos en el último año. Elegimos a adultos saludables porque tenían menos probabilidad de que su microbiota se viera alterada por enfermedades o antibióticos. Esto nos permitió investigar cómo la dieta estaba relacionada con su microbiota intestinal sin la influencia de estos otros factores que también se sabe que afectan a la microbiota. Dividimos a los adultos en tres grupos de igual tamaño según cuán bien se alineaba su dieta con las DGA. Un grupo de adultos seguía estas pautas al máximo (es decir, tenía la mejor calidad de dieta), otro seguía estas pautas al mínimo (es decir, tenía la peor calidad de dieta), y un grupo estaba en el medio. Luego comparamos la microbiota intestinal del grupo con la mejor calidad de dieta con la del grupo con la peor calidad de dieta. Hipotetizamos que encontraríamos diferencias en su microbiota basadas en sus diferencias en la nutrición. En este estudio, los adultos con una mayor calidad de dieta tenían una mayor diversidad de microbiota intestinal en comparación con aquellos con una menor calidad de dieta. Una mayor diversidad de microbiota intestinal es importante porque los científicos creen que puede ser un signo de comunidades microbianas saludables. Estos resultados sugieren que seguir las DGA puede apoyar una microbiota intestinal saludable.
A continuación, quisimos saber qué bacterias de la microbiota estaban asociadas con la calidad de la dieta. Identificar estas bacterias ayuda a tener una mejor idea de cómo se vería una microbiota intestinal cuando se siguen las DGA. Además, saber cómo estas bacterias están asociadas con la salud y la enfermedad proporciona información sobre las implicaciones clínicas de tener más o menos de estos microorganismos en nuestro intestino. Encontramos que las abundancias de 19 bacterias eran diferentes entre aquellos que consumían dietas de alta calidad y baja calidad. De estas, 7 eran más abundantes en adultos con alta calidad de dieta y 12 eran más abundantes en adultos con baja calidad de dieta. La mayoría de estas bacterias pertenecían a las familias Lachnospiraceae y Ruminococcaceae, que consumen fibra dietética de origen vegetal. Esto indica que las diferencias en consumo de alimentos de origen vegetal (por ejemplo, frutas, verduras, legumbres y frutos secos) podrían ser la fuerza impulsora detrás de la diferencia en la abundancia de estos microorganismos.
Los habitantes microbianos en nuestro intestino cambian según lo que comemos a diario y pueden desempeñar un papel en las complejas conexiones entre la dieta y la salud. Nuestro estudio mostró que la microbiota intestinal de los adultos difería según cuán cercanamente seguían las Pautas Alimentarias para Estadounidenses (DGA). La coincidencia en los hallazgos entre nuestro estudio y de investigaciones previas sobre la dieta y microbiota es alentadora. Sin embargo, nuestro trabajo solo se centró en un solo punto en el tiempo. Por lo tanto, no podemos estar seguros de si las diferencias en la microbiota intestinal se debieron únicamente a la calidad de la dieta o si otros factores también causaron las diferencias que observamos. Por último, se necesita más investigación para llegar a un punto en el que podamos utilizar la comida para modificar la microbiota intestinal y mejorar la salud general de las personas. Este trabajo es ahora más importante que nunca debido al lamentable panorama de la salud y la nutrición en los Estados Unidos hoy en día.
Escrito por: Alexis D. Baldeon y Dra. Hannah Holscher
Editor Académico: Biólogo
Editor No Académico: Jubilado
Artículo Original
• Título: Calidad de la Dieta y la Microbiota Fecal en Adultos en el Proyecto American Gut
• Revista: The Journal of Nutrition
• Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2023
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